Compilación traducida del códice Vértice-120, y fragmentos no autorizados del Cuaderno de Ceniza.
I. Sobre la Fundación de Lotus
"Nadie recuerda quién colocó la primera piedra. Pero todos recordamos lo que nos obligó a hacerlo."
—Anónimo, grafiti rescatado del sector Sur, sobre el muro de un taller calcinado.
El Reino de Lotus no fue fundado. Fue encerrado. Sus inicios no tienen himnos, ni nombres, ni pactos reales, ni celebraciones. Se formó como una trinchera, una última exhalación colectiva antes del colapso definitivo.
Muchos creen que Lotus ya existía antes del Ocaso, como un nudo entre rutas comerciales menores. Lo cierto es que su ubicación —en la intersección de cinco antiguos caminos imperiales ahora destruidos— lo convirtió en un punto ideal para resistir. Desde esa ventaja geográfica, comenzaron a levantarse las murallas... o quizás a enterrarse las esperanzas.
Lo que alguna vez fue una ciudad abierta se convirtió en un mundo cerrado, tallado a martillazos, a gritos y a fuego.
Fragmento del "Cuaderno de Ceniza", autor desconocido:
"Vi cómo echaban tierra sobre los heridos que no cabían dentro. La ciudad ya estaba sellada. Las puertas no abrían para los que sangraban."
II. El Lamento Blanco y la Era del Asedio
El evento que marcó la transición de ciudad a reino fue el Lamento Blanco. Nadie sabe exactamente qué sucedió. Hay quienes aseguran haber visto una criatura del tamaño de una colina arrastrándose sobre un valle iluminado por una luna que no era la nuestra. Otros hablan de un sonido, un grito que vació la vida de todo ser en un radio de diez leguas. No quedaron cadáveres. Solo una bruma ceniza que persiste hasta hoy, pegada al suelo como una maldición.
Ese día, las puertas de Lotus se cerraron. Desde entonces, se han reabierto solo en contadas ocasiones... y nunca sin consecuencias.
III. Decretos y Dogmas: La Orden del Vértice
Después del Lamento, surgieron muchas creencias. La más dominante, y la que terminó siendo oficial, fue la doctrina del Vértice. Su símbolo: un triángulo invertido con un ojo cerrado al centro.
Las tres columnas del dogma:
El Mundo Visible es una Prueba.
Toda criatura y todo Árbol son señales de una batalla más grande, espiritual y eterna. El Árbol que Calla, Protege.
A los Árboles no se les interroga. Son testigos vivientes del juicio divino. Quien les pide respuestas, pierde el alma. Nadie cruza el Vértice dos veces.
El cuerpo regresa al polvo solo una vez. Quienes lo hacen más de una, no son humanos.
Manuscrito doctrinal – Carta XV del Emisario Laertes al Consejo del Reino:
"La fe no es un camino hacia la salvación. Es una cerca. Alta. Implacable. Quien la cruza sin permiso, no regresa igual. Si regresa."
IV. Estructura Interna del Reino
Lotus se organiza como un organismo en alerta perpetua. La vida no fluye: circula por canales estrechos y controlados.
División funcional:
Norte: Poder. Castillos, templos, el Consejo, el clero. Cada decisión nace en piedra tallada y baja como orden sagrada.
Sur: Artesanía. Talleres, mercados, el corazón civil. Innovación prohibida, controlada. Aun así, rumores de antiguos artefactos persisten.
Este: Entrenamiento. Cuarteles, escuelas de combate, templos de disciplina. Aquí nacen los Vigilantes del Ocaso.
Oeste: Abastecimiento. Silencio. Graneros, arsenales, cámaras selladas. Bajo tierra, se guarda el "Corazón Verde", una bóveda de semillas y tierra virgen.
Centro: Plaza del Eco. Lugar ceremonial, sitio de ejecuciones, mercado central y templo mayor. Donde todo se ve, pero nada se dice.
Nota marginal de un aprendiz de archivo:
"Todo en Lotus se mide. Incluso los gritos."
V. Las Murallas: Arquitectura del Olvido
Las murallas son más que defensa. Son símbolo. Dogma petrificado.
Tienen más de treinta metros de altura, con un grosor que en ciertas zonas supera los ocho. Están hechas de piedra volcánica y acero oscuro. Pero lo más temido no es su tamaño... sino lo que contienen.
El Sector Prohibido: "El Eco"
Ningún centinela patrulla por gusto esa zona. Las piedras allí están marcadas con runas que nadie recuerda cómo leer. Algunos afirman que fue allí donde encerraron a los primeros "caídos que regresaron hablando". Otros, que es el único lugar donde aún puede escucharse la voz del mundo antiguo.
Hay quienes aseguran que las raíces de un Árbol muerto se extienden bajo esa parte del muro. Y que aún vibra cuando la luna está oculta.
Anotación recuperada del códice "Bosques Despertados":
"En el Eco, el muro no protege. Observa."
VI. Leyendas Populares y Mitos Menores
La Viuda de Piedra
Cuentan que en una de las torres vacías del oeste, una mujer espera a su esposo, un soldado que partió hace cien años cuando aún se creía en campañas externas. Cada luna nueva, se escucha su voz cantar.
Los Ojos de la Noche
Algunos dicen que las criaturas antiguas no murieron... solo aprendieron a fingir que eran humanas. Viven entre nosotros, y solo los niños pueden ver sus verdaderos rostros.
El Último Jardín
Existe la leyenda de un jardín oculto en los sótanos del castillo, donde crecen plantas que no deberían existir. Aquellos que han visto sus frutos aseguran que otorgan visiones del mundo antes del Ocaso... o del que vendrá después.
VII. Personajes Olvidados: Ecos de los No Nombrados
Maese Kaelon, constructor de las murallas.
Se ahorcó en el andamio al enterarse de que su esposa fue dejada fuera "por error". La cuerda aún cuelga, cubierta de musgo. Ylma, la herborista del Este.
Acusada de "invocar al bosque" al curar con cantos. Fue silenciada. Ahora, la gente aún canta sus melodías en secreto cuando nadie los ve. Tharn El Inquisidor.
Primer líder de la Orden del Vértice. Murió al caer por la muralla mientras hablaba del castigo eterno. El eco de su caída todavía se escucha si uno se queda en silencio.
VIII. Última Entrada: Voces sin Voz
"Las murallas protegen, sí. Pero también separan. Y a veces... lo que protegen no está afuera. Está dentro."
—Última línea del Cuaderno de Ceniza.