Retsu Unohana estaba entrenando con William en las profundidades de una cámara subterránea. Era un área restringida y de la cual solo conocía el capitán comandante Yamamoto por haber sido él quien le concedió la petición de fabricarla bajo el cuartel de la cuarta división.
En esa cámara subterránea era donde Retsu Unohana era libre de mover su espada para rememorar su pasado como la mayor criminal del Seireitei de hace mil años, pero ahora esa cámara subterránea estaba siendo usada para entrenar a William.
Ni siquiera Isane Kotetsu, la teniente de la capitana Retsu, era conocedora de dicha área.
Pero lo que William no sabía era que el deseo y la emoción de Retsu continuaban creciendo al verle mejorar tan rápidamente. Apenas habían transcurrido cuarenta días de entrenamiento hasta que William fue capaz de asestar un ligero corte sobre el cuerpo de Retsu.
Tras los siguientes días, William fue capaz de detener e incluso contraatacar los ataques de Retsu. Haciendo que su habilidad Regeneración tuviera breves periodos de inactividad y con ello alargando el periodo de lucha.
En el día cincuenta, la capitana Retsu Unohana se detuvo y agarró la hoja de su espada con la mano, deslizándola y llenándola de una gran cantidad de sangre.
"Bankai, Minazuki."
Un arco invertido de sangre conectó ambas manos de Retsu, era como la media luna sangrienta. Todo el lugar se llenó de un liquido rojizo oscuro.
"¡E-espera! ¡Capitana Unohana, detengámonos un momento! ¡Hablemos de esto!" gritó William con un tono aterrado.
"Se acabaron los juegos." dijo Retsu, y esta se lanzó hacia el frente.
William apenas tuvo tiempo de reaccionar. El ataque de Retsu era rápido, brutal, e implacable. El filo cubierto de sangre de Minazuki cortaba el aire con una precisión que solo podía pertenecer a una experta que había dominado su arte durante siglos.
El líquido oscuro salpicaba las paredes y el suelo mientras esquivaba por poco, sintiendo el viento cortante pasar a milímetros de su rostro. No, en realidad tuvo un corte en su mejilla. Su corazón latía con fuerza, no solo por el peligro, sino por la revelación que aquel Bankai traía consigo.
"Capitana Unohana, por favor... "dijo jadeante, casi como un susurro. "Bajemos un poco el ritmo... No quiero que esto se convierta en algo que ninguno de los dos pueda controlar."
Pero Retsu no habló. Solo siguió avanzando, dejando claro que para ella no existía otro lenguaje que el filo de su espada. En sus ojos, William vio el deseo oscuro y obsesivo que solo una verdadera amante de la batalla puede conocer: la sed insaciable de un combate sin límites.
Podía percibir el anhelo por un combate en el que dar todo de sí, la emoción de un combate arriesgando la vida, la emoción... de estar viva.
El terror se convirtió en un nudo en su garganta. William sabía que estaba ante algo mucho más grande que un simple entrenamiento.
"Bakudō #61 Rikujōkōrō." dijo William, mientras su dedo apuntaba hacia Retsu.
Generó un destello de luz en dicho dedo, envió hacía Retsu seis barras de luz para aprisionarla e inmovilizarla. El problema no estaba en el bakudo, sino en el oponente contra el que estaba utilizándolo.
Retsu lo esquivó con un ligero movimiento de cuerpo. Su desplazamiento fue el mínimo para evadir aquella restricción justo antes de recibirla.
"Tsk, el kido no funciona contra ti." dijo William mientras cruzaba espadas nuevamente. " Eres un maldito monstruo."
Era desesperanzador, aunque trataba de bloquear todos los ataques mientras evadía los que no podía, se formaban heridas por todo su cuerpo, incluido su rostro. Si perdía la concentración aunque fuera un solo instante, su vida terminaría. Por suerte para William, su Regeneración junto con el bankai liberado aumentaban la velocidad de curación exponencialmente.
"El temblor del acero, la sangre caliente, la danza de muerte... Ah, cuánto lo había extrañado. Esta es la única verdad que reconozco. Esta es la única realidad que me hace sentir viva." pensó Retsu con una calma inquietante, mientras sus ojos brillaban con una emoción que rozaba la locura.
William luego de sacrificar su brazo, logró asestar un gran corte en el pecho que iba desde el hombro izquierdo hasta la cintura derecha.
El brazo se regeneró en un breve lapso de tiempo. Apretó la mano varias veces viendo que efectivamente no había ningún problema con el nuevo brazo que le había crecido.
"Ya me harté de todo esto. ¡Corta la realidad! ¡Kenkai!" dijo William.
Con ese comando, su Shikai se activó. La hoja cambió de forma, transformándose en algo oscuro y siniestro pero con un brillo peligroso. Una espada demoníaca estaba tomando forma en su mano, completamente negra, como un vacío que devoraba la luz.
Incluso William no pudo evitar sentir temor por el aura que irradiaba aquella espada que había imitado con su shikai. Sabía que un error y podría ser su existencia la que fuera eliminada.
Retsu tenía el instinto muy desarrollado, y todo su cuerpo se tensó mientras el ese mismo instinto le gritaba como nunca antes.
Una espada que no sigue las reglas, una espada que siempre acierta sin importar la forma en la que se haya esquivado, una espada que borra la existencia hasta de los mismos dioses. No era otra más que la espada demoniaca demoleprincipios Venuzdonoa.
"Tranquila, no morirás." dijo William, y balanceó la espada con calma.
Retsu usó Shunpo para alejarse pero su instinto solo siguió gritándole cada vez más fuerte.
Un corte.
Tras ese simple movimiento, el brazo derecho de Retsu que agarraba la espada salió volando por los aires.
Contrario a las expectativas, ni siquiera con el bankai liberado estaba regenerando su brazo amputado.
"¿Cómo es posible? Ni siquiera kaido funciona sobre la herida..." dijo Retsu completamente sorprendida mientras presionaba con su mano la herida para evitar el desangramiento.
William estaba asombrado por el poder que desafía las leyes, pero el gasto de reitasu era todavía demasiado para él. Aunque había alcanzado el reiatsu de un capitán promedio, un solo uso de Venuzdonoa consumía cerca del 60% por lo que era imposible usarlo más de una vez.
William había cortado varias leyes y fundamentos, pero una de ellas solo fue quebrada para que se mantuviera desactivada temporalmente. Al quebrar esa ley especifica impidió que el cuerpo de Retsu pudiera curarse por cualquier medio.
Si hubiera sido contundente, podría haber erradicado la propia existencia del brazo derecho de Retsu, haciendo que incluso con su bankai o con su kaido fuera imposible regenerar ese brazo, después de todo no se puede regenerar algo que nunca existió.
"No podrás curarte de momento. ¿Crees que te dejaría regenerarte y atacarme como una psicópata? Pero no te preocupes que en algunos minutos tu cuerpo si aceptará las habilidades curativas. Si necesitas ayuda para regenerar tu brazo, dímelo. Mi kaido tiene la capacidad de regenerar extremidades perdidas." dijo William, y terminó por deshacer su shikai para que aquella peligrosa espada no causara algún desastre.
Era una espada que no quería usar demasiado ya que era tan peligrosa que un solo error y no solo sus enemigos sino que también él mismo podría verse afectado.
¿Morir?
Eso sería demasiado suave, su existencia podría ser borrada de la historia. Anos Voldigod ya lo había dicho en la historia original, todos los que le habían visto empuñar esa espada fueron reducidos a polvo.
William no quería estar más allí abajo, y Retsu podría curarse con kaido en unos minutos por lo que decidió marcharse a dar un paseo con Yoruichi.
Mientras tanto, Retsu permaneció en silencio, luego de caer de rodillas entre charcos de sangre, con su expresión impasible… pero no vacía.
Un leve temblor cruzó sus labios, casi imperceptible, hasta que una sonrisa se curvó lentamente en su rostro. No de burla, no de miedo… sino de algo mucho más antiguo y visceral. Placer.
Y entonces rió, muy bajo, una risa tan delicada y sutil como el roce de una pluma… y sin embargo más escalofriante que cualquier grito.
"Ah~ lo sabía~ sabía que ocultaba su fuerza, pero no esperaba un poder tan devastador. Zaraki, parece que ha aparecido alguien que puede darte un verdadero combate. Lo entrenaré todavía más para que puedas tener un verdadero combate, uno donde no tengas que reprimirte, uno donde liberes tu verdadero ser que aprisionaste dentro tuya a causa de mi debilidad. Y cuando ese pecado que me pesa sea borrado... retomaremos lo que no terminamos aquella vez." pensó Retsu.
En otro lugar.
[Misión multiversal #2]{Completada}
[Se han desbloqueado más artículos de la tienda]
[se ha lanzado la misión multiversal #3]
Para William fue toda una sorpresa que hubiera completado la misión tan pronto. No esperaba que vencer a Retsu Unohana, también conocida como Yachiru Kenpachi, la primera Kenpachi, pudiera ser suficiente para obtener el título de Kenpachi.
"¿No era necesario nada oficial como un duelo o algo por el estilo?" se preguntó William, aunque luego se percató de la razón. "No... Zaraki Kenpachi ganó el título cuando era niño, e incluso comenzó con un ataque sorpresa. No parece haber nada oficial detrás de obtener el título de Kenpachi."
Luego de eso, decidió observar los elementos de la tienda que se habían desbloqueado.
[Reiatsu maestro] (2.000.000 almas)
- Un reiatsu de Clase 1, similar reiatsu al del capitán comandante.
[Zanjutsu sobresaliente] (750.000 almas)
- Habilidad para blandir una Katana (sin técnicas avanzadas).
[Kaido maestro] (2.000.000 almas)
- Curación de heridas graves como cortes profundos y daños mortales. Ahora, si son daños mortales, el tiempo de curación se reduce sustancialmente. La regeneración de miembros amputados progresa relativamente rápido. La mayoría de los órganos internos se pueden regenerar. Su uso alivia el dolor.
[Todos los hechizos de Kido inferiores al número 80] (2.000.000 almas)
- Representa los hechizos de Bakudo y Hado inferiores el nivel 80.
[Dimensión del Hueco Mundo] (15.000.000 almas)
- La dimensión de las almas corrompidas, el lugar de existencia para los Hollows. Actualmente solo es un mundo vacío y árido con una gran concentración espiritual.
[Hogyoku] (cantidad: ∞) (5.000.000 almas por unidad)
- El artefacto es capaz de capturar y materializar los deseos más profundos de quienes lo rodean. Si el deseo supera lo que el individuo puede alcanzar, el Hogyoku no puede forzarlo. El Hogyoku tiene conciencia. El Hogyoku se deteriora con cada uso.
[Máscara Hollow] (4.000.000 almas)
- Habilidad que produce una máscara de hollow sobre el rostro del usuario. Otorga: mayor velocidad, mayor reiatsu, mayor resistencia, mayor fuerza, técnicas de hollows. Efectos secundarios: el uso de esta máscara de hollow tiene un límite de tiempo de uso dependiendo del usuario.
William casi podía babear de la emoción. Había desbloqueado cosas muy buenas en la tienda, pero había un problema fundamental que ya no podía pasarse por alto. El dinero para comprar, también conocido como el poder de las almas de los fallecidos del universo de attack on titan, ya se había vuelto insuficiente.
Sus ahorros eran solamente de 20.000.000 de almas.
Con eso no podría comprar todos los artículos y tenía que escoger bien.
Lo primero que pensó fue que la batalla entre shinigamis recaía mayoritariamente en el reiatsu, por lo que escogió el Reiatsu maestro.
Lo siguiente que escogió fue claramente la dimensión de Hueco Mundo ya que era necesaria para apropiarse del ciclo de la vida y la muerte del universo de Attack on titan. Una vez que tuviera las dos de las tres dimensiones dispuestas en el universo de Attack on titan, podría recibir almas en la Sociedad de almas, aunque algunas podrían fluir hacia Hueco Mundo por diversos motivos.
Como tenía la habilidad Regeneración y su kaido ya estaba suficientemente avanzado decidió descartar el mejorarlo hasta que tuviera más ahorros.
No dudó en mejorar su Zanjutsu ya que no quería ser abrumado por los enemigos cuando se cruzaran sus espadas.
Y por último pero no menos importante eran los hechizos de Kido inferiores al número 80. Los hechizos de kido son muy útiles y cuantos más supiera mejor preparado estaría para afrontar diversos eventos y situaciones.
No compró la máscara Hollow solamente porque tenía un límite de tiempo.
¿Y si terminaba su efecto tras unos escasos segundos?
No valía la pena apostar y perder ahorros cuando ahora era pobre, era mejor ir a lo seguro.
En cuanto al hogyoku...
¿Para qué lo quería William?
Ya tenía el sistema para mejorar constantemente, comprarlo en este punto solo sería un gasto innecesario y si se fusionase con él no sabría que consecuencias podría acarrearle.
¿Y si terminaba con el aspecto de monstruo con alas que tuvo Aizen?
¿Y si terminaba con un aspecto monstruoso más feo y deforme?
Era mejor para William seguir aumentando su fuerza y capacidades con la ayuda del sistema y dejar que Aizen juegue solo con el hogyoku.
Yoruichi que seguía apoyada en su hombro mientras daban un paseo, se sorprendió por el aumento repentino del reiatsu de William. No fue un aumento pequeño, fue sofocante, prácticamente masivo. De un momento a otro había mejorado y sobrepasado a todos los capitanes por un amplio margen.
"William... ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?" preguntó Yoruichi preocupada de que ese aumento tan repentino y masivo pudiera ser perjudicial.
William solo palmeó la cabeza de Yoruichi con dulzura y asintió.
"Estoy bien. De todas formas hace ya un tiempo que no visito a mi familia ¿Te gustaría venir conmigo? Te los presentaré." dijo William.
"¿¡Fa-familia!?" dijo Yoruichi con un tono más agudo que el normal.
"Si. Pero ellos están vivos. por lo que debemos ir a la tienda y recuperar mi cuerpo así como conseguir un gigai para ti." respondió William.