Cherreads

Chapter 21 - (21) El entrenamiento infernal, conexiones y futuros planes.

El tiempo pasó rápidamente.

Un mes había transcurrido desde que William fue aceptado por Retsu para aprender de ella.

Durante este mes, solo había vivido un infierno tortuoso y aterrador. Yoruichi protestó, pero William solo seguía aferrándose a su zanpakuto y poniéndose en pie después de ser cortado o apuñalado.

¿La habilidad Hierro?

Frente a la espada de Retsu Unohana, esa habilidad solo volvía un poco más resistente la piel, pero todavía la cortaba y apuñalaba con facilidad.

¿Y la habilidad Regeneración?

La trajo una alegría inconmensurable y continuó cortándolo y apuñalándole con más fervor ya que siempre que el ataque no fuera mortal no tendría que usar su bankai ni su kaido.

Aunque William no tenía la experiencia necesaria, Retsu no podía evitar emocionarse al pensar que aquel chico tenía los mejores talentos para ser su oponente. Solo necesitaba experiencia en Zanjutsu para alcanzarla o incluso superarla.

La alegría de pensar en ello solo hacía que la primera Kenpachi surgiera más a la superficie y arremetiese con más fuerza contra William.

Por supuesto, William no paraba de ver esos ojos oscuros como la brea fijos sobre él y esa sonrisa desquiciada mientras ella arremetía con el filo de su espada. Cortes superficiales, puñaladas donde no causaran heridas mortales, trucos con otras armas usando su mano libre... sin descanso, a excepción de cuando la habilidad Regeneración dejaba de funcionar debido a la falta de reiatsu del usuario.

Incluso si William era mejor en Shunpo que Retsu, ella parecía leerle como un libro abierto y se movía hacia el destino de su rápido movimiento. No le dejaba ni tomar distancia. Era como una bestia con un sexto sentido sobrenatural.

En ese mismo momento, el corte del hombro que Retsu le causó no tuvo ningún indicio de curarse. Esto indicó el descanso.

Retsu se desanimó al ver aquello, pero no había de otra ya que el bankai suyo no duraría tanto como el periodo donde William puede usar la Regeneración, y curarlo cada vez con Kaido sería molesto porque detendría el combate.

Retsu acercó su mano al chico que cayó sobre su espalda, completamente ensangrentado. Terminó usando Kaido para tratar sus heridas.

Yoruichi en forma de gato se acercó preocupada como todas las demás veces. Desde que William empezó el entrenamiento, Yoruichi le había pedido que lo abandonase, que aquello era inhumano y existían otras formas de entrenar Zanjutsu.

William vio como Yoruichi se subió sobre su pecho, y parecía decirlo en serio mientras lo miraba a los ojos.

"Lo siento por preocuparte." dijo William mientras acariciaba su pelaje con dulzura. "Solo aguanta un poco más ¿vale? Ya estoy comenzando a defenderme mejor, aunque sigo recibiendo, ya no es tan unilateral como al principio."

Aunque a ojos inexpertos, Retsu le daba mil vueltas a William, una mirada detallada al combate antes y después de un mes de entrenamiento podía sacar la verdad. William había mejorado enormemente desde el comienzo. Tal vez la habilidad en Zanjutsu no había mejorado tanto, pero su capacidad de combate si que lo había hecho.

La experiencia en combate que ganó en este mes era invaluable. Si ahora mismo enfrentase a su yo de hacía un mes, sin duda podría jugar con él como si de un niño pequeño se tratase.

Discernimiento, reflejos, tácticas, fintas... Todo eso había mejorado a pasos agigantados.

Zanjutsu también mejoró, pero seguía muy por detrás del que Retsu Unohana había acumulado en más de mil años.

Aunque estaba afilando todo su ser para el combate, no parecía que alcanzar a Retsu fuera a ocurrir pronto.

"¡Cómo que no es unilateral! ¡Te está metiendo una paliza a cada segundo! ¡Sangras a cada momento!" gruñó Yoruichi mientras forcejeaba con sus patitas de gato sobre su cara.

"Lo sé," respondió William mientras trataba de tranquilizarla. " pero como dijo un gran hombre una vez, nuestra mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarse cada vez que caemos."

Esa frase fue una de las que había leído de Confucio. No la recordó hasta que en los primeros días había estado inundado de pensamientos con tendencias derrotistas. 

Aunque el entrenamiento es peligroso, caer en aquel lugar no significaba la muerte. Podría sentir la desesperación los primeros días, pero se había sobrepuesto a esos pensares que lo querían mantener en el suelo para no levantarse más.

"Eso... en realidad son unas palabras muy profundas y correctas. ¡Pero sufres demasiado! ¡Esas palabras no conseguirán convencerme! ¡Puedes entrenar de otra forma, e incluso buscar a otro maestro!" dijo Yoruichi.

William solo la abrazó y la agradeció por estar allí con él.

"¡Nyaaa!" soltó sin pensar. Yoruichi trató de librarse de su agarre por vergüenza pero luego de unos movimientos se detuvo.

Con el dolor en cada músculo de su cuerpo, se puso en pie solamente por fuerza de voluntad y fueron al hogar que Retsu les había arreglado. Era una pequeña casa de madera al estilo del Japón antiguo.

El único problema era que se encontraban en la Sociedad de Almas, más específicamente en el Seireitei por lo que Yoruichi no podía arriesgarse a deshacer su transformación incluso si era en el interior. Incluso su voz debía hacerse pasar por otra, aunque esta vez fue una voz de mujer.

"¿Deberíamos ir a dar una vuelta por el Seireitei?" preguntó William.

"¡Tonto! ¡Casi ni puedes moverte!" gritó Yoruichi.

William solo le dio una sonrisa y pasó a usar Kaido sobre si mismo. Una de las habilidades infravaloradas de esta técnica era la capacidad para aliviar el dolor. No solo sanaba, sino que podía mitigar el dolor hasta negar ese sentimiento por completo.

Cuando vio a William mover sus brazos con total libertad al mismo tiempo que movía las piernas y daba saltos, Yoruichi se quedó sin palabras. William había estado luchando por días completos hasta que su Regeneración dejó de funcionar, pero ahora se le podía ver fresco como a una rosa. Por supuesto, el reiatsu todavía no se había recuperado al completo.

"Jeje, mi Kaido es sorprendente ¿verdad?" dijo con orgullo, aunque en realidad no la entrenó ni un poco desde que lo obtuvo y lo mejoró gracias al sistema.

Yoruichi solo pudo suspirar al ver como William lo sorprendía nuevamente con algo que no conocía. No le preguntó exactamente cuales eran sus habilidades ni capacidades, pero eso era porque no le importaba. Yoruichi no le quería por las habilidades, le quería por ser él mismo.

Al final, William y Yoruichi salieron a pasear por el Seireitei. Gracias a que fue invitado por Retsu, no violaba ninguna ley incluso si no era un shinigami reconocido por los altos mandos.

Aunque todo eso terminó rápido.

Luego de visitar las tiendas, William solo pudo aburrirse al igual que Yoruichi. Solo podían comprar bebidas alcohólicas, comida o ropa, y ni siquiera había mucha variedad para elegir.

Tanto Yoruichi como William pensaron que la Sociedad de Almas era aburrida. Lo peor de todo para Yoruichi fue que no había leche.

¡Cien años disfrutando de la leche con su forma de gato en el mundo humano y ahora ya no podía beberla en el Seireitei!

Tap tap.

William sintió dos sutiles toques sobre su hombro. Esa fue la señal de Yoruichi para decirle que lo estaban observando desde las sombras. Era probable que fueran miembros del Onmitsukidō, también conocido como el Cuerpo de Operaciones Encubiertas.

Su perspectiva cuando estaba entre shinigamis por todos lados seguía embotándose, y todavía no podía discernir las presencias que usan técnicas para esconder su reiatsu. De no ser por los sentidos de Yoruichi, ni siquiera sabría si lo espían en su propia casa.

Había tanto que tenía que mejorar pero no tenía tiempo de sobra. Los clones con el tesoro sagrado Lostvayne no servían para entrenar porque al desaparecer no enviaban los recuerdos al original. De no ser por el sistema, ni siquiera habría alcanzado la fuerza de un aprendiz de shinigami.

"Capitán Byakuya..."

William se quedó sorprendido viendo a Byakuya también caminando por la misma calle del Seireitei. Ambos se reconocieron, pero lo que llamó la atención a William fue que no llevaba el haori blanco distintivo de un capitán.

"Pareces conocerme bien, pero ya no soy un capitán. ¿Cuál es tu nombre?" habló primero Byakuya con su rostro tan frio como el hielo.

Aunque se sorprendió por la noticia de que Byakuya Kuchiki ya no era un capitán, todavía se presentó con su nombre.

"Así que tu nombre es William. Lo recordaré." dijo Byakuya. "Escuché los rumores acerca del hijo de la capitana Unohana e imagino que tú eres ese hijo del que se rumorea. ¿Es eso cierto?"

William se sorprendió que incluso un hombre tan recto y noble como Byakuya no pudiera resistirse a los cotilleos que circulan por el Seireitei. Por suerte para William, parecía que Byakuya no pensaba mal de él o le guardaba algún rencor.

"Eso fue una completa mentira." dijo William con una sonrisa, haciendo que Byakuya abriera los ojos sorprendido. "¿Qué? ¿Acaso decir esa clase de mentiras incumple alguna ley? No, ¿Verdad? Además, estoy en el Seireitei porque he sido invitado por la capitana Unohana, por lo que es totalmente legal para mí andar por el Seireitei incluso si no soy un shinigami oficial."

Byakuya solo pudo callar y suspirar ante las palabras de William. En realidad no podía refutar nada de lo que decía.

"No apruebo tus métodos, pero respeto tus convicciones." dijo Byakuya mientras pasaba de largo. "Si la ves, dile que tenga cuidado."

William todavía no aprobaba a Byakuya como persona, pero abandonar su cargo y dejar atrás esas últimas palabras le hizo pensar mejor de él. Podía ver que no era el noble de sangre fría y carente de sentimientos. 

"¡No le diré tus palabras!" gritó William a Byakuya que se estaba alejando. "¡Díselo tú, o mejor dicho, protégela tú como su única familia! Maldito bastardo."

Byakuya solo mostró una pequeña sonrisa, pensando que esas palabras sin filtro alguno eran muy del estilo de William. Tal vez sus métodos y forma de actuar no fueran dignas de un noble, pero Byakuya respetaba la forma de pensar de William.

Cuando William siguió por su camino, comenzó a pensar que se había hecho conocido con dos capitanes del Gotei 13. Aunque Byakuya fuera un estirado y Retsu una psicópata, eran dos capitanes y se había relacionado con ambos.

"¿Debería ir a conocer a otro capitán?" pensó William, sin saber a cual escoger.

Nunca era malo hacer conexiones, y menos en un lugar tan peligroso como la Sociedad de Almas del universo de Bleach.

El problema era que no sabía cual capitán escoger, aunque podría ir por el camino fácil y seguir con el capitán de la treceava división, Jushiro Ukitake, ese capitán podría conocerlo más adelante y hacer buenas migas con él debido a su personalidad amable y compasiva.

William quería hacerse conocido de los capitanes que en un futuro podrían atacarlo, de esta forma podría tratar de hablar con ellos y evitar un combate a muerte. Quería hacer conexiones para tener más probabilidades de sobrevivir.

Retsu era su maestra en Zanjutsu y en experiencia de combate.

Byakuya se volvió un conocido con el que se podía hablar sin ningún problema.

El más preocupante sería Zaraki Kenpachi, pero ese capitán era un caso perdido si se trataba de tener una conversación. Para un capitán como él, llevarse bien implicaría luchar contra él y darle el estímulo de una batalla a muerte.

El segundo capitán más problemático y con el que debería llevarse bien...

"Supongo que es ella..." pensó William acordándose de Soi Fon, capitán de la segunda división y del Onmitsukidō por más de cien años.

William la recordaba como una tsundere cuando estaba con Yoruichi, pero más tarde pasó a tener rasgos de yandere cuando creyó que ella la había traicionado.

"Psicópatas ocultos, yanderes ninjas, nobles sin sentimientos, bélicos empedernidos, borrachos pervertidos, ancianos cabezotas, pacifistas de salud pobre, niños de actitud fría, hombres bestia... todos los capitanes tienen alguna cosa mal con ellos. ¿Es que no hay alguien normal?" pensó William soltando un suspiro cansado.

Ni siquiera trató de pensar en el ciego, el traidor del Seireitei o el traidor del traidor del Seireitei. 

Dejando de lado a Aizen y a Kaname, que eran los verdaderos traidores, en verdad William quería hacerse conexiones con todos los demás capitanes.

Por el momento, comenzaría yendo paso a paso.

"Quiero tener una conversación con la capitana del segundo escuadrón, Soi fon. No soy alguien con malas intenciones. Por favor, transmítanle el mensaje." dijo William a la nada.

More Chapters